ISO 53800

Directrices para avanzar en la igualdad de género en el ambito laboral.

Quisiera presentaros esta norma que fusiona la precisión técnica de las normas ISO con la sensibilidad social necesaria para promover la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo: Norma ISO 53800: directrices para avanzar en la igualdad de género.

Naciones Unidas nos hace recordar que la lucha por la igualdad de género sigue siendo un desafío apremiante. Es crucial abordar esta cuestión para desbloquear todo el potencial de la humanidad, fomentar sociedades pacíficas y promover un desarrollo sostenible. Se ha demostrado que el empoderamiento de las mujeres no solo impulsa la productividad y el crecimiento económico, sino que también es esencial para alcanzar estos objetivos.

El Plan Estratégico de UN Women ofrece datos reveladores que merecen nuestra reflexión y acción. Por ejemplo, solo una fracción de las mujeres en todo el mundo tiene acceso a una cobertura legal amplia en comparación con los hombres. La participación de las mujeres en el mercado laboral sigue rezagada en relación con la de los hombres, y persiste una carga desproporcionada de trabajo no remunerado en el ámbito del cuidado y las tareas domésticas. Además, muchas mujeres, especialmente jóvenes, se enfrentan a barreras significativas en el acceso a la educación, el empleo y la formación.

A pesar de algunos progresos, la verdadera igualdad de género aún no se ha logrado en ningún país del mundo. Las crisis sanitarias, económicas y los conflictos armados a menudo socavan los avances realizados, subrayando la necesidad urgente de cerrar la brecha de género.

Dentro del marco de la Organización Internacional de Normalización (ISO), se ha iniciado un proyecto de norma destinado a fomentar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en todas las organizaciones a nivel mundial. Esta iniciativa es crucial y merece ser respaldada con todos los esfuerzos posibles desde diversas perspectivas. La propuesta de una norma ISO que facilite un lenguaje común y un marco de entendimiento entre organizaciones de diferentes partes del mundo parece muy apropiada.

El proyecto, liderado por el organismo francés de normalización, AFNOR, es uno de los temas prioritarios durante la presidencia francesa de la Unión Europea. El futuro estándar busca ofrecer un modelo para abordar la igualdad de género dentro de cualquier tipo de organización, independientemente de su naturaleza, actividad, tamaño o ubicación geográfica. Este modelo es inclusivo, permitiendo que todas las entidades lo utilicen y se sientan motivadas a hacerlo. Adoptando un enfoque de mejora continua, se espera que cada año se identifiquen áreas a trabajar y se avance en ellas. De esta manera, se busca promover un mayor nivel de conciencia y esfuerzo en la búsqueda de este desafío que afecta a todos.

Es importante destacar que la norma no establece requisitos mínimos para determinar el cumplimiento de la misma. Las empresas en todo el mundo parten de realidades históricas, culturales y legales muy diversas, lo que influye en su punto de partida. Además, factores como el desarrollo económico y la orientación religiosa también tienen un impacto significativo. Por lo tanto, resulta poco razonable establecer un estándar inicial que algunas organizaciones podrían no alcanzar durante décadas, mientras que otras podrían cumplir fácilmente desde el principio. El enfoque de la norma ISO es apropiado ya que, sin enfocarse en la certificación, impulsa a cada entidad a esforzarse por mejorar y alcanzar la igualdad de género, hasta que este objetivo sea una realidad y no requiera de planes específicos.

El proyecto, además de introducir una terminología básica que da preferencia a los términos y definiciones de organismos internacionales, establece cuatro prioridades estratégicas para la organización, junto con diferentes aspectos a considerar para cada una de ellas.

Después de realizar un análisis detallado, que incluye tanto aspectos cualitativos como cuantitativos, y de identificar sus grupos de interés tanto internos como externos, la organización debe seleccionar aquellas prioridades y aspectos que sean más relevantes y tengan un mayor impacto, ya sea positivo o negativo, en su actividad, así como en sus grupos de interés y en la igualdad de género. Estos son los ámbitos en los que se debería centrar su acción.

Además, las prioridades estratégicas deben abordarse teniendo en cuenta temáticas específicas como la educación y el acceso a la formación, la salud sexual y reproductiva y los derechos asociados, la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas, y los derechos de las mujeres y las niñas, previniendo y combatiendo toda forma de discriminación, así como el empoderamiento económico de las mujeres y su participación en la vida pública.

Este ejercicio debe revisarse anualmente y se debe establecer un plan para buscar una mejora continua.

Para facilitar este proceso, el proyecto desarrolla cada uno de los aspectos, proporcionando una gran cantidad de sugerencias de acciones y buenas prácticas basadas en casos reales tomados de las contribuciones de los países que están participando en su desarrollo.

Es evidente que la igualdad de género es un aspecto que atraviesa toda la organización, por lo que tiene sentido que se incluya en el marco de la política de responsabilidad social y se aborde con un enfoque integrado.

El proyecto pasará por la fase de Committee Draft (ISO/CD) durante los meses de julio y agosto, en la que todos los países podrán presentar una nueva ronda de comentarios para seguir refinando su redacción. Está previsto que la norma ISO 53800 se publique a finales de 2023. Hasta entonces, los países participantes, a través de sus organismos de normalización nacionales, y las organizaciones internacionales invitadas, deben seguir trabajando para mejorar su redacción, enriqueciéndola con conocimientos y experiencias de todo el mundo en las distintas fases de consulta.

Puedes realizar cualquier pregunta mediante este formulario. Responderé encatada a cualquier duda que tengas sobre la ISO 53800